jueves, 24 de mayo de 2018

CURRÍCULO NACIONAL BOLIVARIANO Y EL CURRÍCULO BASICO NACIONAL


La Educación Bolivariana se define como un proceso político y socializador que se genera de las relaciones entre escuela, familia y comunidad; la interculturalidad, la práctica del trabajo liberador y el contexto histórico social. En consecuencia, la sociedad en su proceso dinámico de aprender desaprender- aprender que hace de la educación un proceso en permanente construcción, donde los niños, adolescentes y adultos son asumidos en su integralidad y complejidad; donde se consideran las experiencias educativas que conllevan al desarrollo de conocimientos, valores, actitudes, virtudes, habilidades y destrezas en cada una de éstas.
En este sentido, la Educación Bolivariana promoverá el dominio de las formas en que se obtienen los conocimientos en su devenir histórico y en los diversos contextos socio-culturales, para ser capaces de transferir en la vida cotidiana esas formas de conocer a los problemas sociales, políticos y ambientales. La tarea es lograr comprender el carácter social del conocimiento y la forma en que estos son utilizados en las diferentes culturas. En efecto, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) orienta el proceso de refundación de la República como fin supremo del Estado y plantea la formación de un ciudadano y una ciudadana con principios, virtudes y valores de libertad, cooperación, solidaridad, convivencia, unidad e integración, que garanticen la dignidad y el bienestar individual y colectivo.
De allí que, le corresponda al Ministerio del Poder Popular para la Educación la rectoría de la misma, en los subsistemas que son propios de su competencia. Es de destacar, que los pilares del educación bolivariana, se asumen como elementos flexibles que orientan los componentes de las áreas de aprendizaje y los ejes integradores, facilitando las experiencias de aprendizaje inter y transdisciplinarias, a través del desarrollo de procesos de aprendizajes en colectivo, donde éstos se relacionen con su contexto histórico-cultural, transformándose en ciudadanos humanistas, creativos, y ambientalistas; con actitudes, aptitudes y valores acerca del hacer científico, desde una perspectiva social; conscientes de la diversidad y la pluriculturalidad del país; con amor a la Patria; orgullosos de sus costumbres y acervos culturales y conocedor de la nueva geometría territorial y su dinámica; así como de la importancia del desarrollo económico del país desde las diferentes formas de propiedad, como medio para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria.
En este mismo orden de ideas, se destaca que el maestro del Sistema Educativo Bolivariano, debe ser un modelo de liderazgo, impregnado de sólidos valores de identidad venezolana y con una visión latinoamericana, Caribeña y Universal e identificado con la búsqueda del bienestar social colectivo. Además, debe ser promotor de la formación del nuevo republicano y la nueva republicana, generando la reflexión, la cooperación y la participación protagónica y corresponsable de los distintos actores vinculados con el proceso educativo.
Con respecto, a la evaluación de los aprendizajes, este responde al principio de continuidad entre los subsistemas; de allí que, se plantee la utilización de la evaluación cualitativa y cuantitativa. La evaluación de los aprendizajes, está orientada a comprender qué y cómo aprenden él estudiante, permitiendo comprender y transformar la práctica educativa, mediante el análisis que se obtenga en el proceso. Desde este enfoque, el estudiante participa activamente en la valoración de los procesos y los resultados, ya que las informaciones obtenidas son utilizadas para reflexionar, tomar conciencia, revisar y mejorar el propio aprendizaje.
En tal sentido, se considera a la evaluación un proceso centrado en la formación del ser social; razón por la cual se requiere que se oriente hacia la integralidad, que tome en cuenta la construcción de los conocimientos como un proceso natural, espontáneo e inherente al ser humano. En efecto, el Sistema Educativo Bolivariano establece la educación integral para todos y todas como base de la transformación social, política, económica, territorial e internacional; otorgando al Estado la responsabilidad de asumirla como una función indeclinable.
En nuestro país se da el proceso educativo en todos los niveles y modalidades previamente aprobados a nivel ministerial. Durante mucho tiempo el proceso de renovación constante, que debe existir en la educación se vio estancado, y no es sino a partir de 1986, durante el gobierno del Dr. Luis Herrera Campíns, que se produce un intento de reforma que implementó el sistema de las Unidades Generadoras de Aprendizajes, la cual podemos decir es la madre del actual Sistema de Educación Bolivariana. Todos los cambios surgidos y la implementación de los contenidos, bloques, programas y políticas de estado al respecto de la educación, se encuentran recogidas en un documento llamado Currículo Básico Nacional. Siendo este el que soporta todo el basamento, técnicasmétodos y estrategias que debe seguir la educación en nuestro país.
Pero antes de llegar a esta educación hay que señalar que las mejoras y reformas hechas posteriormente durante el segundo mandato del Dr. Rafael Caldera, encaminaron la educación hacia un sistema más justo y humanista, permitiendo desarrollar el enfoque holístico y coadyuvando a enmendar vicios contraídos por la entonces llamada educación tradicional. La importancia del currículo a nivel educativo es indiscutible, pero lamentablemente, como estudiantes, desconocemos las implicaciones y las realidades que lo definen y contextualizan, es por ello que se ha realizado este trabajo con la finalidad de racionalizar el tema y poder utilizarlo de forma veraz y eficaz en el desarrollo de nuestra formación académica.
El término currículo no tiene una traducción exacta pues con él se designan todas las actividades de enseñanza aprendizaje que desarrolla un sistema escolar. La UNESCO para la década de 1970, empieza a definir el currículo como "la organización de un conjunto de experiencias de aprendizaje y los diversos factores que las condicionan y determinan, en función de los objetivos básicos generales o finales de la educación. Tal organización se expresa en una estructura sectorial del sistema educativo en cada uno de los países latinoamericanos". (1974). Dentro de este contexto, los fines de este trabajo se utilizarán el criterio pautado por el Instituto Universitario de profesionalización   del Magisterio, cuyo enfoque está dado por tres directrices:
1) El currículo no es sólo un subsistema, es el resultado de la interacción  de los cuatro subsistemas y por ello no es posible diseñarlo o cambiarlo sin tener en cuenta los otros subsistemas, o sin efectuar cambios significativos en ellos. (...) el currículo es un concepto dinámico, sujeto a muchas influencias;
2) el currículo en la actualidad está concebido como un ambiente  preparado artificialmente dentro del proceso educativo institucionalizado;
3) El currículo necesariamente está, debe estar, en constante proceso de renovación. Nunca debe llegar a un final a pesar de los planes específicos, del control administrativo, del tipo de estudiantes o de las selecciones cuidadosas del profesorado. De allí, que el currículo, como parte de un sistema social, debiera (...): *crear cultura  a la vez que ésta se aprende; *crear nuevos medios de relación a la vez que aprende los existentes: *crear nuevas soluciones a los problemas a la vez que aprendemos las soluciones; *crear nuevos medios de realización individual a la vez que el individuo se socializa, se acultura y aprende sus  funciones (p.24). (1983).
La transversalidad en la educación es un mecanismo que permite la interrelación entre el contexto escolar, familiar y sociocultural. Asimismo, garantiza la integración de todas las áreas académicas. El enfoque transversal que se propone considera cuatro ejes en la primera etapa de Educación Básica: lenguaje, Desarrollo del pensamiento, valores y Trabajo; y en la segunda etapa incluye Ambiente. En el Modelo Curricular para el Nivel de Educación Básica (1997) se señala explícitamente que los ejes «...constituyen una dimensión educativa global interdisciplinaria que impregna todas las áreas y que se desarrolla transversalmente en todos los componentes del currículo...». Desde el punto de vista operativo es importante observar que los ejes transversales se materializan en el currículo en tres dimensiones interrelacionadas:
1. En la toma de decisiones sobre el  sistema de valores en los que se va a centrar la acción educativa. Estas dimensiones suponen un proceso proceso de reflexión, dialogo, definición, acuerdos y compromisos que debe explicitarse en el  Proyecto  Pedagógico de Plantel como uno de sus componentes esenciales.
2. En la adecuación de los reglamentos escolares con los valores  seleccionados: La organización  y el funcionamiento de la vida escolar debe ser coherente con aquellos valores que se han considerado básicos para la convivencia humana.
3. En los contenidos curriculares a través de problemas  y situaciones que fundamenten un aprendizaje significativo para el niño. Desde este enfoque, se puede inferir que los planteamientos anteriores, la inclusión de los ejes transversales en el currículo favorece también la "autonomía pedagógica" del docente en la búsqueda de respuestas ajustadas a las particularidades de la escuela y de los alumnos. Este hecho explica la orientación del currículo oficial que sólo propone los elementos básicos nacionales en cada etapa de Educación Básica, de forma que sean los equipos docentes de cada escuela los que concreten las acciones a desarrollar de acuerdo con las particularidades regionales y estadales. Se valora de esta forma la acción del maestro, directivos y la familia como responsables del equipo que, conjuntamente con los alumnos, harán realidad un proyecto educativo ajustado a su contexto sociocultural.
Desde este aspecto, se deja claro que los ejes constituyen temas recurrentes que emergen de la realidad social, entretejidos en cada una de las áreas que integran el currículo, lo que les asigna su carácter transversal. En consecuencia, no pueden considerarse como contenidos paralelos a las áreas sino como medios que conducen a un aprendizaje que propicie la formación científica humanística y ético moral, de un ser humano consoné con los cambios sociales que se susciten, y que a su vez los ejes transversales  se constituyen, entonces, en fundamentos para la práctica pedagógica al integrar los campos de ser, el saber, el hacer y el convivir a través de los conceptos, procesos, valores y actitudes que orientan la enseñanza y el aprendizaje del individuo.
Facilitadora: Dra. Carmen Jara
Doctorantes:
Karina Gómez        C.I 13.882253                                                                   
Isabel Ojeda           C.I 16.511.600.

Delia Domínguez  C.I.14.521.737
Noralvis Jiménez   C.I.16.976.121
Lilian Jiménez       C.I. 14.693.059
María Guerra         C.I. 16.100.355
Víctor García         C.I.17.200.835
Solmi García          C.I.16.527.204
Roberto Espinoza  C.I.17.202.128
Wiltrez Rodríguez  C.I. 17.608.541
Nerys  Orozco        CI: 11.756.959
Carmen Torres        CI: 9.877.700
Marbelly Bravo      CI:   12.582.137
Euro Rincón           C.I: 12.917.738
Yenifer  Farfán       C.I: 16.000.995
 Luis García            C.I: 11.755.931
Ana Hidalgo           C.I: 9.599.168
José Zúñiga            C.I: 13.559.681
Juan Falcón            C.I: 9.583.837 




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